Estar a la altura en todo momento no siempre es fácil, especialmente cuando tu historia abarca un periodo de más de ocho décadas.

Una historia de persistencia

En 1929, Hipólito Castillo y Teófilo Orbañanos fundan Castillo y Orbañanos con el fin de dedicarse a la forja, soldadura y fabricación de maquinaria y aperos para el laboreo de tierra blanca y viñedos.

Durante un largo periodo de tiempo, la empresa produce arados para caballerías, prensas para pacas de paja y tronqueadores para el viñedo, pero será en la década de los años 40 cuando decidan ampliar sus instalaciones. Debido a la extensión de la enfermedad de la filoxera, hubo necesidad, por aquel entonces, de levantar gran parte de las cepas de casi todas las zonas vinícolas de España. Es en ese momento cuando centran su elaboración en el arado de desfonde para grandes profundidades, arrastrado por medio de un malacate y movido por caballerías.

Desde su fundación, Castillo y Orbañanos ha experimentado numerosos cambios en su negocio, productos y servicios, con el objetivo permanente de responder a las nuevas necesidades del mercado.

A partir de los años 80, con el inicio de la mecanización de las labores del viñedo, su actividad se dirige hacia la fabricación de despuntadoras, prepodadoras para cepa en vaso, intercepas, barredoras y otros elementos que demandaba el mercado para atender a la innovación y modernización de la viticultura. Este proceso de I+D+I, sigue siendo hoy en día el motor en el desarrollo de su actividad, lo cual le permite estar a la vanguardia de las novedades tecnológicas.
Sirva como ejemplo el desarrollo del diseño y producción de una prepodadora y una deshojadora para el sistema de plantación de viña en espaldera.

Hoy… y mañana

Desde el año 2003 Castillo y Orbañanos viene desarrollando su actividad en unas nuevas instalaciones ubicadas en el polígono industrial de la ciudad que le han permitido una mejora tanto en su eficiencia y productividad como en su capacidad de relación y atención al cliente.

Con el paso de los años, la empresa continúa al servicio del agricultor sin dejar atrás ni olvidar los principales fundamentos de sus fundadores:  integridad, calidad, compromiso e innovación, con la absoluta convicción de poder seguir dando lo mejor de si misma en un futuro.

En pleno siglo XXI, la tercera generación de estas dos familias continúa manteniendo ese compromiso que le permite marcar las diferencias y alcanzar unos resultados muy satisfactorios.

Antigua fábrica de Castillo y Orbañanos
Publicidad antigua de Castillo y Orbañanos
Folleto antiguo de Castillo y Orbañanos
Imagen primera maquinaria de Castillo y Orbañanos